PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3443 ~ Domingo 10 de Setiembre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
caridad pide ayudar a quien lo necesita, y mucho más cuando el otro no se da
cuenta del mal que ha causado o del ridículo que ha hecho. Pero también lo
exige la amistad humana: es una falta de lealtad hablar mal a las espaldas. La
murmuración nunca ayuda al interesado, la murmuración siempre destruye.
Corregir
los defectos del prójimo es una obra de misericordia, un modo fino de vivir la
caridad. Todos necesitamos que nos corrijan, y quien nos corrige es porque nos
quiere bien, ya que supone un esfuerzo y a veces pasar un mal rato. Es más
cómodo no ayudar.
Señor,
que yo tenga tal madurez sobrenatural y humana que me lleve a no querer mal a
nadie, y a la vez tal odio al pecado que no deje pasar ninguna falta de quien
pueda ayudar. Ayúdame a ver mis defectos para poder corregirlos, y bendice a
quienes me han ayudado a corregirme.
Ayúdanos
a ir creando un ambiente de confianza, de amistad y lealtad en el que todos
podamos confiar en los demás, sabiendo que no hablarán mal a nuestras espaldas.
Padre Jesús Martínez García
¡Buenos días!
Descubrir lo bueno
Ten
ojos para lo positivo, no te detengas únicamente en lo negativo. Elimina el
pesimismo y el derrotismo, considerando los aspectos positivos de la realidad.
Si te acostumbras a ver siempre el lado
positivo de las cosas, en las dificultades, te superarás con más facilidad; si
te enfermas, sabrás luchar con fe; y si cometes algún error te sobrepondrás con
decidida voluntad.
Hay más cosas buenas de las que tú crees; quizá no
las sabes descubrir. No te dejes engañar por la propaganda ni por el ruido,
pues, si el ruido hace mucho daño y poco bien, el bien hace mucho provecho y
poco ruido. El acto criminal, será publicado como noticia, el acto de virtud no
será ni mencionado ni valorado, porque se lo desconoce. Ese cartero que soporta
el calor y el cansancio al recorrer las calles, la telefonista que atiende con
eficiencia los llamados, el colectivero amable y paciente con los pasajeros, la
madre que atiende a su niño enfermo, el padre que desgasta sus fuerzas por los
suyos; esos y miles más, están haciendo actos buenos pero nadie se fija en
ellos. Es preciso mirarlos, descubrirlos, valorarlos.
Las
tareas sencillas y cotidianas son realmente responsabilidades simples; pero,
ser fieles al quehacer de cada día es algo importante. La felicidad humana
generalmente no se logra con acciones de especial relevancia, que pueden
acontecer muy raras veces, sino en ese sencillo deber que realizas todos los
días con mucho amor. Valorízalo en ti y en los demás.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los discípulos: «Si tu hermano llega a pecar, vete y
repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no
te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado
por la palabra de dos o tres testigos. Si les desoye a ellos, díselo a la
comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el
publicano. Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el
cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
»Os
aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para
pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los
cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos». (Mt 18,15-20)
Comentario:
Hoy,
el Evangelio propone que consideremos algunas recomendaciones de Jesús a sus
discípulos de entonces y de siempre. También en la comunidad de los primeros
cristianos había faltas y comportamientos contrarios a la voluntad de Dios.
El
versículo final nos ofrece el marco para resolver los problemas que se
presenten dentro de la Iglesia durante la historia: «Donde están dos o tres
reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20). Jesús está
presente en todos los períodos de la vida de su Iglesia, su “Cuerpo místico”
animado por la acción incesante del Espíritu Santo. Somos siempre hermanos,
tanto si la comunidad es grande como si es pequeña.
«Si
tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha,
habrás ganado a tu hermano» (Mt 18,15). ¡Qué bonita y leal es la relación de
fraternidad que Jesús nos enseña! Ante una falta contra mí o hacia otro, he de
pedir al Señor su gracia para perdonar, para comprender y, finalmente, para tratar
de corregir a mi hermano.
Hoy
no es tan fácil como cuando la Iglesia era menos numerosa. Pero, si pensamos
las cosas en diálogo con nuestro Padre Dios, Él nos iluminará para encontrar el
tiempo, el lugar y las palabras oportunas para cumplir con nuestro deber de
ayudar. Es importante purificar nuestro corazón. San Pablo nos anima a corregir
al prójimo con intención recta: «Cuando alguno incurra en alguna falta, vosotros,
los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti
mismo, pues también tú puedes ser tentado» (Gal 6,1).
El
afecto profundo y la humildad nos harán buscar la suavidad. «Obrad con mano
maternal, con la delicadeza infinita de nuestras madres, mientras nos curaban
las heridas grandes o pequeñas de nuestros juegos y tropiezos infantiles» (San
Josemaría). Así nos corrige la Madre de Jesús y Madre nuestra, con
inspiraciones para amar más a Dios y a los hermanos.
Prof. Dr. Mons. Lluís CLAVELL (Roma, Italia)
Palabras de San Juan Pablo II
La Iglesia, más
que “reformadores”, tiene necesidad de santos, porque los santos son los
auténticos y más fecundos reformadores […] La humildad es el primer paso hacia
la santidad […] La tentación más engañosa y que se repite siempre, es la de
querer mejorar la sociedad, mejorando únicamente las estructuras externas;
dejando de lado la realización espiritual del hombre que es donde se halla la
verdadera felicidad.
Predicación del Evangelio:
Está entre nosotros
Aunque
las palabras de Jesús, recogidas por Mateo, son de gran importancia para la
vida de las comunidades cristianas, pocas veces atraen la atención de
comentaristas y predicadores. Esta es la promesa de Jesús: “Donde dos o tres
están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Jesús
no está pensando en celebraciones masivas como las de la Plaza de San Pedro en
Roma. Aunque solo sean dos o tres, allí está él en medio de ellos. No es
necesario que esté presente la jerarquía; no hace falta que sean muchos los
reunidos.
Lo
importante es que “estén reunidos”, no dispersos, ni enfrentados: que no vivan
descalificándose unos a otros. Lo decisivo es que se reúnan “en su nombre”: que
escuchen su llamada, que vivan identificados con su proyecto del reino de Dios.
Que Jesús sea el centro de su pequeño grupo.
Esta
presencia viva y real de Jesús es la que ha de animar, guiar y sostener a las
pequeñas comunidades de sus seguidores. Es Jesús quien ha de alentar su oración,
sus celebraciones, proyectos y actividades. Esta presencia es el “secreto” de
toda comunidad cristiana viva.
Los
cristianos no podemos reunirnos hoy en nuestros grupos y comunidades de
cualquier manera: por costumbre, por inercia o para cumplir unas obligaciones
religiosas. Seremos muchos o, tal vez, pocos. Pero lo importante es que nos
reunamos en su nombre, atraídos por su persona y por su proyecto de hacer un
mundo más humano.
Hemos
de reavivar la conciencia de que somos comunidades de Jesús. Nos reunimos para
escuchar su Evangelio, para mantener vivo su recuerdo, para contagiarnos de su
Espíritu, para acoger en nosotros su alegría y su paz, para anunciar su Buena
Noticia.
El
futuro de la fe cristiana dependerá en buena parte de lo que hagamos los cristianos
en nuestras comunidades concretas las próximas décadas. No basta lo que pueda
hacer el Papa Francisco en el Vaticano. No podemos tampoco poner nuestra
esperanza en el puñado de sacerdotes que puedan ordenarse los próximos años.
Nuestra única esperanza es Jesucristo.
Somos
nosotros los que hemos de centrar nuestras comunidades cristianas en la persona
de Jesús como la única fuerza capaz de regenerar nuestra fe gastada y
rutinaria. El único capaz de atraer a los hombres y mujeres de hoy. El único capaz
de engendrar una fe nueva en estos tiempos de incredulidad. La renovación de
las instancias centrales de la Iglesia es urgente. Los decretos de reformas,
necesarios. Pero nada tan decisivo como el volver con radicalidad a Jesucristo.
José Antonio Pagola
Nuevo vídeo y artículo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios
del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para
tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales
sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
♡ Desde Cuba, Nelda escribe y dice:
Estimado
amigo Felipe,
Siempre
que recibo las Pequeñas Semillitas, me pregunto, por qué no agradecemos a Dios,
que por medio de Felipe, ha hecho tan grande obra.
El
mensaje del Evangelio diario y todas las partes de este boletín, están llenos
de un gran deseo de colaborar en la construcción del Reino de Dios, donde
quiera que nos encontremos.
Doy
gracias a Dios por esta maravillosa obra que el Espíritu Santo impulsó en Usted para esparcir la semilla
del Reino en todos los rincones del mundo.
Que
Dios derrame sobre Usted y su familia todas las bendiciones que merecen.
Un
fuerte abrazo de hermanos de un mismo Padre Dios.
Nelda
♡ Nos llega
también un agradecimiento por las oraciones hechas en favor de Carola, de Lima, Perú, y del niño Ibrahim de 5 años, de Canadá. Damos
gracias a Dios.
♡ El autor de esta página (Felipe) expresa un doble agradecimiento: a Dios y a la Santísima
Virgen de Lourdes por su presencia y compañía el día miércoles 6 en el momento
de presentar la documentación para iniciar los trámites jubilatorios como
médico. Y a todos los lectores de “Pequeñas Semillitas” que expresaron su
solidaridad y oraciones en los días del jueves al sábado en que una fuerte
infección respiratoria fue motivo de reposo e imposibilidad de publicaciones. Sigamos rezando porque el proceso
no se ha curado del todo.
Los cinco minutos de María
Setiembre 10
“Cristo
para nosotros ha venido de María, lo hemos recibido de ella. Si queremos ser
cristianos, debemos ser marianos, es decir debemos reconocer la relación
esencial, vital, providencial, que une a la Virgen con Jesús y que nos abre el
camino, que nos conduce a Él” (Beato Pablo VI).
Estas
palabras de Pablo VI nos reconfortan y nos ayudan a profundizar nuestro afecto
por la Madre de Jesús. La Madre siempre nos conduce al Hijo y nos repite:
“Hagan todo lo que Él les diga” (Jn 2,5).
Virgen fiel, sostén en mí la fe y el amor por tu Hijo
Jesucristo, incluso cuando deba subir al Calvario y asociarme a la cruz como al
único Árbol de la vida.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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