PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3483 ~ Viernes 20 de Octubre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Si
hubiera una receta para ser feliz, seguramente debería incluir sugerencias
tales como:
Libera
tu mente de preocupaciones. Vive sencillamente. Aleja el odio de tu corazón.
Aprende a amar y a ser feliz con lo que tienes. Despójate de todo atisbo de
egoísmo. Da más. Espera menos.
La
vida es como una cuenta de banco: tú retiras de ella lo que has depositado. Así
que mi consejo sería que deposites una gran cantidad de amor en la cuenta de tu
memoria.
De
igual manera podríamos decir que en la vida cosecharás de acuerdo a lo que
siembras. De allí la necesidad de elegir las mejores semillas para nuestra
siembra cotidiana: amor, entrega, caridad.
Y
es así que recibirás en la misma medida, porque es totalmente cierta la frase
que dice que “dando se recibe”…
Vive
cada día en función de estas simples normas. No hace falta nada más para tener
siempre lleno el cántaro de nuestro corazón.
¡Buenos días!
La oración confiada
La
experiencia y la Palabra de Dios nos aseguran que vivimos en medio de
influencias tanto negativas como positivas. Existe el instigador al mal,
existen los que se dejan poseer por el odio y la perversidad. Y estas malas
ondas vibran a nuestro alrededor y nos quieren envolver en sus redes. Pero hay
una fuerza poderosa que te protege: la oración humilde y confiada a Dios.
¡Señor! ¡Colma de esperanza mi corazón y de dulzura
mis labios! Pon en mis ojos la luz que acaricia y purifica, en mis manos el
gesto que perdona. Dame valor para la lucha, compasión para las injurias,
misericordia para la ingratitud y la injusticia. Líbrame de la envidia y de la
ambición mezquina, del odio y de la venganza. Y que, al volver hoy nuevamente
al calor de mi hogar, pueda, en lo más íntimo de mi ser, sentirte a ti
presente. Amén.
Orar
por cualquier necesidad —grande o pequeña, espiritual o material— te ofrece la
ocasión de verificar la proximidad de Dios. Él quiere librarte de tus angustias
y afanes y se pone a tu alcance para acudir en tu auxilio. De este modo
entrarás en una relación afectuosa, verdadera y concreta con Dios.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos
a otros, Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la
levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya
de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en
la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las
habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros,
amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden
hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a aquel que, después de
matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. ¿No
se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está
olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
No temáis; valéis más que muchos pajarillos». (Lc 12,1-7)
Comentario:
Hoy
contemplamos a Nuestro Señor Jesucristo dirigiéndose a las gentes después de
haberse confrontado con las autoridades religiosas judías, es decir, los
fariseos y los escribas. El Evangelio nos cuenta que el gentío era tan grande
que se pisaban unos a otros. Ahí queda claro que estaban hambrientos de la
Palabra de Jesús, el cual hablaba con tan extraordinaria autoridad a sus
líderes religiosos.
Pero
san Lucas nos informa que antes de nada, Jesús empezó hablando a sus discípulos
diciendo: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía» (Lc
12,1). Nuestro Señor desea conducirnos a la práctica de la sinceridad y
transparencia, superando la hipocresía con que se manejaban los fariseos y
escribas. Puesto que ellos mostraban una actitud externa no conforme con su
camino interior de vida: ellos pretendían ser lo que no eran.
Es
contra esto sobre lo que Jesucristo nos quiere prevenir en el Evangelio de hoy
cuando dice: «Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que
no haya de saberse» (Lc 12,2). Sí, todo va a ser revelado. Por este motivo
nosotros debemos luchar por ajustar nuestra vida según lo que profesamos y
proclamamos. Obviamente, esto no es fácil. Pero no debemos temer, pues nuestro
Dios está atento. Tal como dijo san Juan Pablo II, «el amor de Dios no impone
cargas que nosotros no podamos llevar (…). Porque para todo lo que Él nos pida,
Él nos proveerá de la ayuda necesaria». Nada ocurre sin que Él lo conozca.
¡Incluso nuestros cabellos están contados! Sí, nosotros tenemos un precio ante
Dios. No tengamos miedo, pues su amor no tiene límites.
Señor,
concédenos la sabiduría para llevar bien nuestra vida hacia las exigencias de
nuestra fe, incluso en medio de las dificultades de este mundo. Amén.
Fr. Salomon BADATANA (Wau, Sudán del Sur)
Santoral Católico:
San Pedro de Alcántara
Penitente
Nació
en Alcántara, provincia de Cáceres en España, el año 1499. Después de estudiar
en Salamanca filosofía y derecho, ingresó en la Orden franciscana y se ordenó
de sacerdote. Ocupó en la Orden diversos cargos. Austero consigo mismo,
extremaba su dulzura con los demás. Llevado por el celo de las almas, se dedicó
a la predicación con gran fruto. En 1554 obtuvo de la Santa Sede permiso para
iniciar una observancia más fiel a la Regla de San Francisco. Se le agregaron
otros hermanos, a quienes formó en la vida de penitencia y austeridad, en
intensa oración y en la guarda estricta de la pobreza, y así se formó la
Reforma Alcantarina, que tantos frutos de santidad daría a la Iglesia. Además,
con sus consejos prestó ayuda a santa Teresa de Jesús para la reforma del
Carmelo. Escribió obras en que expuso su propia experiencia ascética y
contemplativa, fundada sobre todo en la devoción a la pasión de Cristo. Murió
en Arenas de San Pedro (Ávila) el 18 de octubre de 1562. [Dependiendo de las
fuentes consultadas su memoria litúrgica figura tanto el día 19 como el 20 de
octubre)
Oración: Señor y Dios nuestro, que hiciste
resplandecer a san Pedro de Alcántara por su admirable penitencia y su altísima
contemplación, concédenos, por sus méritos, que, caminando en austeridad de
vida, alcancemos más fácilmente los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
© Aciprensa
Pensamiento del día
“No necesito
amigos que cambien cuando yo cambio
y asientan
cuando yo asiento.
Mi sombra lo
hace mucho mejor”
-Plutarco-
Historias:
Patrono y portero de los Jesuitas
Durante
los próximos días se celebra el IV centenario de la defunción de San Alonso Rodríguez. Nacido en Segovia
en 1532, es el patrono de los hermanos la Compañía de Jesús, aquellos que
teniendo vocación a la vida religiosa en la Compañía de Jesús, no se sienten
llamados al sacerdocio ministerial. A pesar de ello, también asumen la misión
de la Compañía con diferentes tareas.
San
Alonso Rodríguez SJ tenía precisamente la condición de hermano. Se caracterizó
por su vocación de servicio y humildad, hasta incluso después de ser canonizado
se trata de un santo destacado por su sencillez. ¿Quién era San Alonso? ¿Qué le
hizo Santo? Descubrimos 10 detalles sobre su figura y legado:
1
Se le conoce como el Santo portero: “Ya voy, Señor” es la frase que repetía
cada vez que sonaba la campana de la portería del colegio Montesión de Palma de
Mallorca, donde vivió más de cuarenta años.
2
Vocación de servicio: Esta expresión por la que se le recuerda muestra su
carácter sencillo, humilde y su voluntad de apertura a Dios.
3 Se unió a la Compañía de Jesús a los 39 años:
era un comerciante que se arruinó y decidió renovar su vida, tras perder a su
esposa e hijos. Era el segundo de once hermanos.
4
Conoció al Beato Pedro Fabro, discípulo de San Ignacio de Loyola: el padre de
San Alonso era un comerciante acaudalado y su familia acogió al santo a su
llegada a Segovia.
5
Ilustre consejero espiritual: su sensibilidad, que le hacía ejercer su tarea de
portero con gran gozo, hizo que muchas personas le buscaran como guía
espiritual. San Pedro Claver, apóstol de los esclavos negros, era uno de ellos.
6
Poseía dos dones, el de la visión y el de la curación: San Alonso supo por
revelación que San Pedro Claver estaba destinado a la evangelización en
Sudamérica, donde Claver bautizó posteriormente a más de 300.000 esclavos. El Santo curó además a un superior de la
comunidad que sufría un reumatismo muy doloroso; tras rezar San Alonso toda la
noche, el padre superior despertó curado.
7
Obediencia absoluta: su vocación era tal que, ya mayor y enfermo aceptó la
orden del padre superior de la comunidad de Montesión para ir de Misionero a
Sudamérica. Se trató sólo de una prueba de lealtad, de modo que el Santo no
llegó a realizar el viaje.
8
Es autor de un tratado espiritual: integrado por tres volúmenes. En él se
muestra como un místico que, desde la portería, ilumina la misión universal de
la Compañía de Jesús.
9
Fue canonizado en 1888 por el papa León XIII: Aunque murió en 1617, la
expulsión de España de la orden jesuita retrasó su beatificación y
canonización.
10
Una casa jesuita en Bogotá lleva su nombre: En su honor, esta comunidad
colombiana se denomina Comunidad San Alonso Rodríguez.
El
próximo 31 de octubre, las comunidades jesuitas de todo el mundo homenajearán y
recordarán la figura San Alonso Rodríguez SJ con múltiples actividades, eventos
y celebraciones.
© Miriam Díez Bosch - Aleteia
Meditaciones
Hoy
es un buen día para preguntarnos cómo anda nuestra devoción a María, si es
constante y fuerte, o por el contrario es débil e inconstante. Porque es bueno
que recordemos que la devoción a la Santísima Virgen no es una devoción más,
sino que después del amor a Dios, debe ir enseguida el amor a la Virgen, pues
Ella es la que más nos ama después de Dios, y merece nuestro amor y devoción.
Es
que siendo devotos de María ya tenemos el Paraíso asegurado, porque no hay ni
hubo jamás alguno que haya sido realmente devoto de María, que se haya
condenado.
Siendo
las cosas así, es importante que tengamos en cuenta en nuestro diario vivir el
pensar frecuentemente en nuestra Madre del cielo, puesto que Ella nos prodiga
toda clase de bienes, ya que todas las gracias nos vienen, sí, del Señor, pero
pasan a través de las manos de María.
Una
linda oración para decirle a Dios es la siguiente: “Señor, dame todas las gracias y dones que María pide para mí”.
Porque nuestra Madre celestial pide mucho para nosotros, y de esa manera
seremos colmados por encima de lo que deseamos.
Sitio Santísima Virgen
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Los cinco minutos de María
Octubre 20
Fíjate
en la vida de la Virgen María; ella nunca se quejó de que su divino Hijo hubiera
tenido que nacer en una cueva y ser acostado en un pesebre, ni de que ella
tuviera que vivir como una de las más pobres mujeres de Israel. No se quejó por
ver a su Hijo Jesús perseguido por las autoridades y aun condenado a muerte y
crucificado para salvar a los hombres.
María
aceptó plenamente el plan de Dios, aunque para ella fuera dolorosísimo y
humillante. Aceptemos nosotros en todo la voluntad de Dios.
Madre y Señora nuestra, enséñanos a rezar de corazón:
“hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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